La neuromodulación aplica estímulos eléctricos de baja intensidad sobre nervios y puntos motores para regular la transmisión del dolor y mejorar el control muscular. Puede ser percutánea con aguja o superficial, y se ajusta a tu umbral sensitivo para activar vías inhibitorias y optimizar patrones de reclutamiento. En Santa Cruz (zona El Mayorazgo) la integramos tras valoración clínica, con parámetros individualizados y seguimiento de resultados objetivos.
Una técnica que usa microcorrientes para modificar la actividad de vías nerviosas del dolor y mejorar la función neuromuscular.
Un cosquilleo o contracción suave y controlada. La intensidad se regula para que sea tolerable.
Aplicaciones de 10–25 minutos dentro de sesiones de 45–60. Suelen indicarse 3–6 sesiones según evolución y objetivos.
A veces de forma inmediata en dolor o control motor. La estabilidad de la mejora requiere varias sesiones y trabajo pautado.
Sí: marcapasos u otros implantes electrónicos, embarazo en zonas de riesgo, infección local, heridas abiertas o alteraciones severas de la sensibilidad. Se revisan antes de iniciar.
