Las ondas de choque son pulsos acústicos de alta potencia que transmiten energía mecánica al tejido lesionado. Este estímulo controla el dolor, mejora la microcirculación y promueve la regeneración de tendones y fascia. En consulta se perciben golpecitos rápidos y tolerables sobre la zona a tratar. Las sesiones son breves y se programan de forma espaciada según la evolución clínica.
Generan un estímulo mecánico que reduce el dolor, aumenta el riego sanguíneo y favorece la reparación del tejido dañado.
Puede haber molestia controlada durante la aplicación. La intensidad se ajusta para que sea tolerable.
Una sesión suele durar 10–15 minutos en el área objetivo. El número total depende de la lesión y la respuesta, habitualmente un ciclo corto de varias sesiones.
Enrojecimiento, sensibilidad local o pequeñas molestias 24–48 h. Suelen ser leves y transitorias.
Embarazo, trastornos de coagulación, uso de anticoagulantes sin control médico, infecciones locales, tumores, fracturas recientes, placas de crecimiento en menores y zonas con implantes de aire u órganos sensibles. Se revisa siempre antes de iniciar.
Utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. Lo hacemos para mejorar la experiencia de navegación y para mostrar (no-) anuncios personalizados. El consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o los ID's únicos en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.